Molino del Duque, una espectacular hacienda en la zona de Manilva, donde Goyo Catering tiene exclusividad, acogió el pasado verano una boda en la que todo el equipo de Catering nos volcamos para ofrecer la máxima personalización en el servicio y la gastronomía. Allí, la naturaleza protagoniza un ambiente elegante que rodea lo tradicional de lo que antiguamente fue un molino de harina.

Montaje en color malva. | Foto: Nani de Pérez.

Una vez más, la temática oriental había ganado admiradores y fue en los aperitivos donde el Sushi cobró mayor relevancia, junto a otras estaciones (barbacoa, de jamón, de risotto…). Una sinfonía de sabores que sirvió como carta de presentación en una boda única, muy caracterizada.

Estación de Sushi. | Goyo Catering

Estación de Sushi. | Goyo Catering

Estación de Jamón. | Goyo Catering

Estación de Jamón. | Goyo Catering

Como ya hemos dicho, fue importante para redondear la ambientación de esta boda que el equipo de servicio se adhiriera y fusionara con el entorno. Por ello, nuestras chicas se convirtieron así en auténticos personajes orientales.

Equipo de Goyo Catering.

La cristalería hacía juego con la mantelería de lino, y color malva. Se mantuvo una mezcla entre lo clásico y lo más actual. De nuevo constituyó un toque muy distintivo de este evento.

Cristalería en color malva. | Goyo Catering

Molino del Duque. | Goyo Catering

El objetivo fue crear una boda a medida, personalizada al detalle, que marcara diferencias y que éstas se mostraran en una variedad gastronómica amplísima que bien podía conectar con los gustos más vanguardistas así como con el sabor más tradicional.

Gazpacho. | Goyo Catering

Bebida para los aperitivos. | Goyo Catering

En otro post os contamos todo tipo de detalles del excepcional buffet de postres que tuvo ocasión aquella noche.

Buffet de postres junto a la piscina. | Goyo Catering

Wedding Planner: Sira Antequera. Foto: Nani de Pérez