El color ayuda a definir el carácter de un evento. Una boda colorida es una boda alegre, llamativa, llena de vida. Es una manera de capturar destellos de luz y jugar con ellos. Así sucedió en la boda celebrada en la Finca Llanos de Belvis en Istán (Málaga).
La combinación de fucsia, naranja, verde y blanco aportaba vitalidad y frescor y se utilizó no sólo en los centros de mesa, sino que las flores sirvieron de reclamo y fuente de inspiración para continuar la temática del color también en la cristalería.
La ubicación de la Finca Llanos de Belvis favorece este tipo de diseño puesto que se encuentra en plena naturaleza y cuenta con unas espectaculares vistas al mar Mediterráneo. La utilización del blanco como fondo o base del diseño aumentaba el protagonismo de la vegetación. El detalle con hojas de olivos del lugar fue un homenaje más al entorno.
Los números de mesas fueron señalados en grande en botellas de cristal que servían el propósito de decorar y jugar con la luz. La iluminación fue también una pieza clave en esta boda. Se utilizaron bombillas para disfrutar de un ambiente relajado. El blanco y el cristal reflejaban la luz de manera especial creando un bello clima para el deleite de gastronomía.
Nuestros barriles de madera blancos se emplearon para la disposición del buffet de postres. De nuevo los detalles naturales cobraron protagonismo, con la madera como material estrella.
Este montaje fue creado gracias a Lucía, Wedding Planner de CAPRICHIA y diseñadora del evento. Una boda fresca, viva, llena de color y con guiños a la naturaleza en plena Costa del Sol (Málaga).
Fotografías de Pedro Bellido.